Después de analizar distintos modelos de negocio, la mayoría de personas que deciden emprender o invertir en el territorio nacional, se decantan por el sector de la restauración. Esto sucede, principalmente, porque España es un país en el que la gente dedica gran parte de su ocio a consumir en bares y restaurantes, ya que estamos hablando de un tipo de gastronomía de calidad y variedad de sabores, donde predomina la elaboración y preparación de platos caseros. Consecuentemente, la alta demanda de los servicios de hostelería lleva a que los modelos de negocio de restauración presenten un mayor margen de beneficio, de ahí a que sean un reclamo para emprendedores y, sobre todo, inversores que buscan diversificar su capital.
A finales de 2021 se registraron más de 290 mil establecimientos operativos a lo largo de la geografía española, es más, en España hay un restaurante o bar por cada 175 habitantes. Los que más predominan son aquellos que ofrecen un concepto de cervecería y tapas, donde el cliente puede disfrutar y pasar un buen rato con amigos o familia.
Pero, ¿qué hace que los modelos de negocio de restauración sean una de las principales opciones entre inversores? Además de lo comentado anteriormente, son conceptos resilientes, en constante innovación y fácilmente replicables, a la vez que rentables.
Son un tipo de negocio que no pasa de moda, que funciona en cualquier lugar del país y que no requiere de una operativa compleja, es más, a través del sistema de franquicia, la marca proporciona al franquiciado toda la formación, herramientas, soporte y asesoramiento para el desarrollo del negocio.
El sistema de franquicia permite que no solo las grandes cadenas de restauración puedan expandir su modelo de negocio, sino que pequeños establecimientos tengan la posibilidad de llevar su concepto a otras ciudades, fuera de su zona de operación. Hoy en día todo tipo de conceptos de hostelería, desde hamburgueserías, hasta asiáticos, pasando por heladerías, churrerías o locales de pollo frito, puedan ser susceptibles de franquiciar y, por si fuera poco, de tener éxito en el mercado.
En conclusión, aquellos inversores que buscan un modelo de negocio rentable y replicable en nuestro país, optan por el sector de la restauración, ya que es uno de los que mayor consumo presenta en España y, por ende, mayor volumen de facturación.