Malacaña prevé impulsar su crecimiento como franquicia de restauración en 2023

Como parte de su plan de expansión, la enseña de hostelería está en búsqueda de nuevos franquiciados para consolidar su presencia en nuevas zonas de actividad y crecer en el mercado.

Malacaña se ha convertido en la combinación ideal de bar de tapas y vinos selectos. En sus establecimientos, los clientes pueden degustar los pintxos de una barra tradicional, completa y variada, según su elección. 

La Ceo y fundadora de Malacaña, Sonia Ledesma, señala la oportunidad de emprender bajo su franquicia. “Es cierto que hay zonas en la geografía española que trabajan el pincho con la consumición, sin embargo, nosotros nos diferenciamos por tener una presentación y elaboración muy cuidadas, y principalmente por la variedad, que es lo que hace que sea tan llamativo para el cliente”, afirma Sonia. 

Los más de 15 años de trayectoria de Malacaña en el sector restauración, han posicionado a la marca como una de las más reputadas del mercado. La enseña cuenta con un concepto de restauración único, que se basa en la tradicional cultura de barra, caracterizada por el consumo de la bebida y la tapa, y que ofrece una experiencia memorable al cliente. Dicho concepto, influye de forma positiva tanto en la fidelización del público como en la rentabilidad del negocio

Facilidades para los franquiciados junto a un modelo de negocio único en el sector

En cuanto a los franquiciados, disfrutarán desde el primer momento de un asesoramiento personalizado enfocado en la selección del local, un factor clave, teniendo en cuenta que la zona de exclusividad debe concentrar una buena afluencia de público, espacio para terraza y contar con una fachada llamativa. Por otra parte, la central también ofrece sus conocimientos para diseñar y guiar al emprendedor en el proyecto de interiorismo y la adecuación del local. 

De igual modo, Malacaña se encarga de formar tanto en la teoría como en la práctica a sus empleados, asegurando un funcionamiento adecuado del negocio. Además del diseño de la carta, capacitan a los franquiciados para saber cómo elaborar los pintxos, contando asimismo con ingredientes de calidad proporcionados por proveedores propios y de confianza. Finalmente, una vez está todo listo, la central se encarga de lanzar las correspondientes campañas de marketing y promocionar la apertura del local a través de diversas plataformas y redes sociales. 

La propietaria, Sonia Ledesma señala la principal ventaja competitiva de Malacaña, su variedad de productos: “la gran diversidad de tapas con las que trabajamos, hechas de forma artesanal día a día, es lo que hace que, tras 15 años de experiencia, nuestros clientes sigan viniendo”, afirmando además que para fidelizar a un cliente y generar ingresos recurrentes “deben encontrar tu oferta gastronómica atractiva a buena relación calidad precio”. 

Desde la consultora en la que Malacaña ha confiado para su expansión, Tormo Franquicias Consulting, detallan que el negocio de la enseña está orientado tanto a perfiles inversores que deseen abrir una o varias unidades franquiciadas mediante una inversión baja y versátil con la que obtener un buen margen de beneficio, como a candidatos que busquen un formato de autoempleo cercano y familiar en el sector restauración.

Según concluye Sonia Ledesma, la posibilidad de abrir nuevos locales es cada vez mayor: “Me gustaría empezar por capitales de provincia o ciudades grandes en la zona noroeste, abriendo locales en zonas de pasos o de ocio, no obstante, tras nuestra experiencia somos un modelo de negocio muy adaptable a cualquier ciudad o municipio”.  

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