La venta de pollos asados es un sector que tiene su mayor volumen de facturación en los meses de verano, aunque es un producto que está, cada vez más, desestacionalizado, es decir, está menos vinculado a la época estival para pasar a consumirse durante todo el año.
Los establecimientos especializados en este tipo de productos se caracterizan por tener una mayor demanda de clientes los fines de semana, por utilizar principalmente el servicio take away o delivery, ya que muy pocos establecimientos cuentan con servicio en mesa, y por no necesitar locales de gran tamaño, ni una amplia plantilla.
En España existe un mayor consumo de pollos asados en la zona del levante, aunque también es habitual en algunas zonas del interior donde es costumbre comer este plato. En este ámbito destacan algunas franquicias como Asasur, especializada en pollos asados y comidas caseras.
Por otro lado, existen cadenas de restaurantes especializadas en la elaboración de pollo frito, como KFC, Popeyes o Pollo Campero que han conseguido un producto jugoso y único, gracias a una receta de cocinado propia. Estas cadenas cuentan con miles de establecimientos alrededor del mundo y destacan por ser espacios de gran tamaño donde, además de disponer de servicio take away y delivery, el cliente puede disfrutar en mesa de los icónicos cubos de pollo frito.
Al igual que sucede con el resto de negocio del sector horeca, los clientes de los establecimientos especializados en la cocción de pollo demandan un producto de calidad, con un valor añadido. Es por eso que las enseñas especializadas en la elaboración de pollo adquieren la materia prima de proveedores locales que crían sus pollos de manera cuidadosa en sus propias granjas.
También llevan especial cuidado en la elaboración tanto del pollo frito como del asado, llevando a cabo el preparado y cocinado del mismo en el propio restaurante, dejando atrás el producto congelado.