El helado se ha convertido en un producto atemporal, es decir, se consume durante todo el año, aunque los establecimientos especializados en la elaboración y distribución de helado, obtienen en los meses de verano sus picos más altos de facturación.
Las heladerías han evolucionado y modificado por completo su oferta de productos, al igual que lo han hecho con la imagen de sus establecimientos, adaptándose a los nuevos hábitos de consumo de la sociedad. También han cambiado la forma de elaboración de los helados, utilizando ingredientes naturales y materias primas de calidad, ofreciendo una gama de sabores para todos los públicos, aptos para intolerantes y menos azucarados.
Otra novedad en estos modelos de negocio, es la introducción de otro tipo de productos a los que incorporar el helado como son crepes, gofres o granizados, al igual que el uso de toppings como complementos para añadir en los helados.
Dentro de este sector, destaca, principalmente, la Jijonenca, enseña con más de 50 años de trayectoria ofreciendo una amplia variedad de helados de calidad, diferenciándose en el mercado por el sabor y la textura de los mismos frente al resto. Además de sus helados tradicionales, en su carta se pueden encontrar productos de temporada, postres e incluso, smoothies.
Por otro lado, está la franquicia Sweet Charlott, un formato de heladería-crepería con un estilo moderno y un producto artesanal, donde además de disfrutar de una gran variedad de helados, los clientes pueden degustar gofres, crepes, cookies o tortitas, entre otros productos, y todo esto, acompañado de café natural.
Por último, la franquicia Gelati Dino, con más de 40 años de experiencia en el sector, se caracteriza por ofrecer helado tradicional italiano. Desde la central de la marca, se encargan de escoger ingredientes locales y de primera calidad para la elaboración de sus helados, manteniendo su valor nutricional.